Efesios 4:32

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

El mayor terreno que Satanás gana en las vidas de los cristianos se debe a la falta de perdón.

Fuimos advertidos a perdonar a otros para que Satanás no gane ventaja sobre nosotros (2 Corintios 2:10-11)

Dios requiere que perdonemos a otros de corazón, porque de lo contraroio nosotros mismos seremos atormentados (Mateo18:34-35) 

¿Por qué es el perdón tan importante para nuestra libertad?

 Debido a la Cruz. Dios no nos dio lo que merecíamos, Él nos dio lo que necesitábamos de acuerdo a su misericordia.

Nosotros debemos ser misericordiosos como nuestro Padre celestial es misericordioso (Lucas 6:36) Debemos perdonar como fuimos perdonados (Efesios 4:31-32)

Perdonar no es olvidar. La gente que trata de olvidar se da cuenta de que no puede. Dios dice que Él no recordará más nuestros pecados (Hebreos 10:17), pero Dios al ser omnisciente, no puede olvidar.

El que no se acordará significa que Dios nunca utilizará nuestro pasado en contra nuestra (Salmo 103:12). El olvidar puede ser el resultado del perdón, pero no es la finalidad del perdón. Cuando traemos el pasado para utilizarlo contra otros, es que no los hemos perdonado.

El perdón es una elección, una acto de la voluntad.

Escogemos enfrentar y reconocer el dolor y el odio para poder perdonar de corazón.

Como Dios nos pide que perdonemos, es algo que podemos hacer (Él nunca nos pediría que hiciéramos algo que no podemos hacer).

Pero el perdón es difícil para nosotros porque va en contra de nuestro concepto de justicia. Nosotros queremos venganza por las ofensas sufridas. Pero se nos dice que no nos venguemos nosotros mismos (Romanos 12:19).

¿Por qué Dios les dejaría salirse con la suya a aquellos que nos lastimaron, nos ofendieron o nos hicieron mal? Protestamos.

Tú les dejas salirse con la suya, pero Dios no. Él tratará con ellos justamente, algo que nosotros no podemos hacer.

Si no liberas a los ofensores entonces tú te enganchas a ellos y al pasado, y eso significara continuo dolor para ti.

Detén el dolor, déjalo ir.

Tú no perdonas a alguien sólo por su bien, lo haces por tu bien, para que tú puedas ser libre. Tu necesidad de perdonar no es un asunto entre tú y el ofensor, es entre tú y Dios.

ORACIÓN:

Señor, estoy sorprendido por el ejemplo de tu perdón. Provoca y haz crecer en mi la voluntad de perdonar a aquellos que me han herido, te pido esto en el nombre de Jesús, amén.

Por Neil Anderson