Salmo 25:1-5

A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.

Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.

Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.

Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.

¿Cómo definiría usted el éxito?

Aunque gran parte del mundo considera que el poder y la prosperidad son las metas más altas, Dios desea que sus hijos tengan una ambición diferente.

Desde el punto de vista del Señor, éxito significa andar en sus caminos.

La Biblia pregunta: “¿Qué te pide el Señor tu Dios?

Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma”

Deuteronomio 10:12
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

A medida que el Espíritu Santo nos revela el corazón de Dios, tenemos la oportunidad de obedecer y seguir a nuestro Padre celestial. Pero más allá de complacerlo, hay muchos beneficios al andar en sus caminos.

Primero, desarrollamos una relación más estrecha con el Señor.

Cuando lo buscamos, Él amplía nuestra capacidad de entender sus caminos

Jeremías 29:13
Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

Segundo, nuestra vida de oración se enriquece.

Tercero, comenzamos a ver las cosas desde su perspectiva.

Cuarto, nos resulta más fácil esperar su tiempo.

Quinto, nos volvemos más estables y firmes en las pruebas.

Por último, todos los beneficios mencionados serán evidentes para quienes nos rodean.

Pídale a Dios que le indique una nueva manera de amarlo o de servirle con mayor pasión.

Lee Deuteronomio 10.12 de nuevo, esta vez como una oración.

Créditos: Ministerios en Contacto